Ni él ni yo hemos estado nunca en ningún
armario porque amábamos a las personas
sin pensar lo que tenían entre las piernas,
llevo trabajando desde los 21 años
y nunca me he interesado
por la orientación
sexual de nadie, ahora llego a un puesto
y lo primero que me ofrecen es el pincho
de tortilla, esto te lo debo a ti o tal vez es
el precio que debo pagar👺por tener una
conversación aunque sea a distancia, no
son mi especialidad ningún tipo
conversaciones ni siquiera
las triviales, las funcionarias actuales
ya no están tres cuarto de hora en el café
hablando de fajas o maquillajes, así que
mi pobre vida social se ha visto reducida
al extremo, él no se atreve ni a quedar
con su Juanja y en este nuevo puesto
recibo la atención justa, en casa
como si tuviera un empleado
del 112, que no es poco
porque el 112
tampoco me hizo caso,🫤💤💤💤
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