en el intelecto el Trabajo Social
les debe parecer una gran
tontería, un Trabajador
Social
debe ayudar
a cada persona como si fuera la primera
que ve en su vida, no hay disertaciones
o discursos porque se convierte
en dos orejas gigantes
para comprender
y en dos manos
para ayudar aunque su aportación resulte
insignificante.
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