hemos crecido con el espíritu de lucha
o esfuerzo y cuando crees que ha
llegado el momento de cierta
estabilidad por no decir
felicidad
te topas
con una crisis que te arrincona
en el trabajo, te mata a tu hermano,
te aleja de quien creías tu pareja
y da la vuelta a tus escasas
y pobres relaciones,
entonces solo quieres meterte en la cama
abrazar un peluche y no salir nunca más
de casa, pero aún así sigues
para
que tu hija
pequeña no llore y para mantener una vida
que ya no se entiende.
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