Mi madre era católica a su manera
como todas las mujeres de la época,
pero
nunca dudó en darnos en vida
lo que pudo de la misma manera
que nosotros en vida le devolvimos
lo que pudimos, lo que no es de recibo
es echar en cara todo el tiempo lo que
se hace, para eso no hagas nada porque
se genera una violencia y un malestar que
no tiene palabras salvo que recurramos
al vil modo de entender la vida de la
mayoría, como un puto comercio.
viernes, 24 de agosto de 2018
Mi madre
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