sábado, 7 de febrero de 2015

Sociedad

Digo yo que hay que cuidarse pero esta obsesión por lo que ingerimos tampoco parece muy saludable, trabajamos para comer y comemos para trabajar y vivir se supone pero hay grandes desequilibrios, lo ideal puestos a imaginar es que el mercado fuera saludable en general; es decir yo no recuerdo a mi madre diciéndome lava la pera que tiene plaguicidas, etc, ni estábamos rodeados de tanta chucheria.

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