Yo creo que también hay límites para el juego
una cosa es quitar hierro y otra no reconocer
el sufrimiento de alguien.
El me montó la marimorena para ir los dos
simplemente
a tomar un café contigo
dice que lo hizo por mí,
qué más quieres?
nunca escribes Tú
nunca llamas
nunca
nada
jueves, 19 de febrero de 2015
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