bruja a sí misma, por lo menos
en serio😒, tampoco nadie va
a reconocer
que pudo sentir envidia
de una mujer del montón
que disfrutaba del sexo,
de la vida, de su trabajo
a pesar de ser una desgraciada
en cierta manera, quiero decir que
para medir la santidad de cualquiera
habría que sentir lo que siente
el adoquín pisoteado por millones
de turistas y también ver la reacción
del resto de adoquines
ante ese
que ese rompe y nadie se molesta
en arreglar,
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