directamente, se distinguía
muy poco del cementerio
que teníamos
a pocos
metros por detrás y donde
podías ir a jugar entre las tumbas,
por delante nos quedaba
el callejón
de Socorro, la pescadera,
para jugar, su casita
con una pizca
de prao
se quedó acorralada
entre
dos tandas
de edificios a ambos lados
de la carretera del obispo,
que tenía un tráfico
constante,
daba igual el piso en que vivieras,
el entorno, ahora entiendo,
solo invitaba
a tabaco, drogas o alcohol,
o a no salir y quedarte viendo tv
por los siglos de los siglos 🖕🖤
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