de un día para otro
una historieta,
una parodia
o un chiste de cualquier
cosa
y más todavía cuando
son cosas muy tristes
por no decir dramáticas,
imaginad
que
tenéis
una profesión donde la gente
va a contar sus penas y tú te
pones a hacer chistes
evidentemente
pensarían
que estás como una cabra,
así que mejor es pecar de patosa
e incluso mejor reconocer
que no se sabe
qué decir.
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