tienes que concentrarte
en lograr pequeñas
acciones, exprimir
el zumo, sufrir
la plancha
de 90 segundos,
imaginar un guiso aunque te toque
los cojones, acabar leyendo el expediente
que no quieres leer, mantener el equilibrio
el día que te duchas ...y sobre todo no
perder la esperanza de que mis
hijas y no solo ellas logren
una vida buena.
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