No existe un medidor de ternura
ni un amorometro, si así fuera
sería muy sencillo,
en el mercado
social
se compra antes una pianista
que una asistenta probe y fea,
lo acepto aunque sea penoso,
solo te pido tengas la decencia
de no permitir los insultos
usando el doble sentido,
que yo insulté una vez
y directamente,
mientras
que
tu urdimbre
lo
hace
cada dos por tres,
No hay comentarios:
Publicar un comentario