Querida Carmen:
Aquí estoy tumbada frente al televisor como he estado casi toda mi vida, él también mira la tele. Hemos hecho y seguimos haciendo todo lo que se espera de personas normales, no conocemos relaciones perfectas y aunque podríamos aún estar mas solos por separado creo que seguimos esperando en silencio, siempre en silencio, un milagro que nos ofrezca la verdadera felicidad, es como si intuyeras que existe una combinacion lingüística auténtica que da paso a verdades que todos necesitamos y nunca llegan a expresarse. No creo que las personas deban perfeccionarse, nacemos bastante perfectos pero luego el esfuerzo por adaptarse y tener cierto guión vital nos convierte poco menos que en extraterrestres. Siento que no quieras venir a vernos, y deseo que estés bien tanto tú como los tuyos.
Besos
Luisa.
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