viernes, 30 de septiembre de 2016

Gritos

Podemos definir las causas que provocan los gritos aunque acabemos gritando, je, es humano aunque sea desagradable sobre todo para uno mismo,
             

  •  el número de niños
  •  la edad de los niños
  •  el número de cuidadores
  • los recursos de los cuidadores sobre todo los económicos
  • el nivel cultural o la capacidad para el diálogo                                            y  
  • sobre todo cómo afrontar situaciones de miedo o incertidumbre



Yo también recuerdo que mis padres cuando gritaban (yo les mandaba callar) ellos decían que era su forma de hablar, si yo le dijese a mi suegra que sumió a sus hijos en el miedo hasta el punto de que hablan también muy poco me diría directamente que estoy loca...¿?. La gente pobre pasamos más miedo que la que no lo es y el grito no es más que un necesito ayuda pero nadie me ayuda, es la expresión de la desesperación y la falta de otros en quien apoyarte, de qué sirve ser madre coraje si acabas sola y enloquecida?, pues no sé pero parece el destino muchas, a las únicas personas que pedían consejo era a los médicos, pero los médicos no resuelven actitudes machistas porque ellos mismos eran hombres, oiga haga que mi marido deje de hacerme hijos y luego me abandone¿? eso no era una enfermedad, era un abuso diario y cotidiano. No es lo mismo una mujer sola con cuatro hijos que con dos, con chacha que sin chacha, con canguro que sin canguro, con ingresos fijos que precarios, con un montón de familia extensa que apoya o que nadie, que se queda en casa o tiene que además ir a trabajar.Además ellas siempre dirán que lucharon, digamos que son gritos que responden al modo batalla,  vemos esas escenas de guerra en las pelis que siempre hay uno que lleva el banderín y grita como un poseso para que empiece la batalla,  pues las madres acabamos siendo guerreras porque no queda otra...sniff, la solución para el grito cuando hace falta no la tengo, yo tampoco creo en los diálogos absolutamente fríos y neutros. Si os fijáis al final los diálogos se suelen reducir a sopesar qué fortalezas tiene cada cual y cómo puede usarlas en beneficio propio, en el fondo los niños también necesitan pelearse con sus hermanos para medir sus fuerzas, no hay que dejar que se maten es evidente pero porque jueguen a peleas no pasa nada, en algún momento ya más mayores se darán cuenta que la autentica fuerza surge de la cooperación auténtica y no de la supervivencia personal o de cómo puedo deslumbrar a mami  y me considere su hijo fuerte ¿?   y encima sin chillar...¿?

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