Vosotras queréis creer
que este amor de tu vida
que
decía,
yo quiero envejecer contigo,
a medio camino
cuando le vio las orejas al lobo,
que se las vio en el Ikea,
porque le dije,
mira! estas sillas para la ducha están muy bien,
te puedes sentar y cortar las uñines,
raspar los callos y durezas...
que te froten la espalda,
pues
no!,
me suelta que si él llega a ser dependiente
se
suicida...,
y
yo qué tengo que hacer después?
recoger el cadáver y pasar la fregona...¿?
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